Como ocurre cada viernes, enmascarados se enfrentaron a los efectivos antimotines con piedras y proyectiles lanzados por hondas a pesar de la gran cantidad de agua y bombas lacrimógenas que les avienta la policía. Al anochecer los sujetos incendiaron el llamado “guanaco”, que lanza gruesos chorros de agua. No es poco común que se incendien vehículos en estas circunstancias, pero en esta ocasión la agresión afectó a la policía.
A pocas cuadras, sujetos jóvenes con pañuelos en sus caras saquearon una farmacia. Simultáneamente miles de personas se manifestaban pacíficamente a menos de una cuadra de distancia, en la Plaza Italia, una céntrica plaza que sirve de escenario de las protestas desatadas hace más de cuatro meses, después de un violento estallido social el 18 de octubre del año pasado.
Los manifestantes, más que en las semanas anteriores, se reunieron y disfrutaron de un espectáculo musical que un conjunto folclórico local.
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