BEIJING (AP),- Gobiernos de todo el mundo se enfrentan a la decisión de cuándo y cómo levantar las medidas contra la pandemia de coronavirus, que tienen un alto costo económico, a medida que aumenta el desempleo y vencen los pagos de alquileres.
Muchos lugares decretaron restricciones al movimiento más estrictas para tratar de frenar el virus que ha infectado a más de 2,2 millones de personas en todo el mundo y para el que no existe vacuna.
En Estados Unidos, el debate ha adquirido tintes políticos. El presidente, el republicano Donald Trump, instó a sus seguidores a “LIBERAR” tres estados dirigidos por gobernadores demócratas, tuiteando el tipo de retórica empleada por algunos para exigir el final de los confinamientos que ha enviado a millones de personas al paro. La mayor parte de los gobiernos se mantienen cautos pese a que el costo económico de la pandemia siga subiendo.
Expertos en salud pública advierten que la cuarentenas deben acompañarse de pruebas generalizadas y del rastreo de los contagiados para evitar que el virus regrese. El Ministro de Salud de Corea del Sur, Kim Gang-lip, dijo el sábado que el gobierno podría publicar pronto nuevos lineamientos que, según las autoridades, permitirán que la población participe en “ciertos niveles de actividad económica y social”. El estado más grande de Estados Unidos, California, perdió cerca de 100.000 empleos en marzo.
“Ahora estamos en una recesión inducida por la pandemia”, dijo su gobernador, Gavin Newsom. Texas y Florida, que tienen dirigentes republicanos, dieron los primeros pasos para aliviar las restricciones.
Los principales líderes del gobernante Partido Comunista de China reclamaron déficit de gasto y una política monetaria más flexible luego de que la economía cayó un 6,8% en los tres primeros meses del año. El brote de coronavirus ha matado a más de 150.000 personas en todo el mundo, según el conteo de la Universidad Johns Hopkins, basado en las cifras proporcionadas por las autoridades sanitarias nacionales.
China reportó el sábado un incremento de casi el 40% en el número de víctimas mortales, a 4.632, reflejo de una intensa revisión al alza realizada en la víspera por las autoridades en Wuhan, la ciudad del centro del país donde se comenzó el brote en diciembre.
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