Naciones Unidas (ONU) ha revelado que 4.4 millones de haitianos, más de un 40% de esa población, van a necesitar este año ayuda de emergencia por estar en situación de inseguridad alimentaria y advirtió que empeora la crisis política en ese país.
Más de 300 mil haitianos se suman en 2021 a la población que padece miseria extrema o que carece de posibilidad de obtener ingresos para solventar una canasta mínima de subsistencia, por lo que la ONU ha solicitado asistencia internacional.
Tan lúgubre panorama en el vecino Haití coincide con el anuncio del gobierno dominicano de que construirá una verja perimetral en una franja que cubriría 190 de los casi 400 kilómetros en la frontera, que tendría un costo superior a los cien millones de dólares.
El coordinador humanitario de la ONU en Puerto Príncipe, Bruno Lemarquis, comparó la crisis alimentaria haitiana con las que padecen Sudán del Sur o la República Centroafricana, naciones africanas que sufren los estragos de conflictos armados.
Hay razones suficientes para que desde el lado este de la isla se exprese profunda preocupación por lo que el enviado de la ONU define como “un deterioro significativo” en Haití, “que requiere la asistencia internacional”.
Para que se tenga una idea de la magnitud del drama haitiano, Lemarquis estima que en lo inmediato se requiere de unos 235 millones de dólares para atender necesidades urgentes de 1.5 millones de haitianos en condiciones especialmente vulnerables.
Ese segmento de la población haitiana “en condiciones especialmente vulnerable” es el que procura cruzar la frontera para aliviar sus penurias en territorio dominicano, donde las peores condiciones serán siempre menos pesarosas que las que se padecen en el lado del vecino.
La mezcla de la crisis alimentaria con una agravada y compleja situación de crisis política indica que Haití ha quedado empantanado sobre un barril de pólvora próximo a producir un estallido social sobre el cual Naciones Unidas ha pronunciado un alerta a una comunidad internacional sorda, ciega e insensible.
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